Los micropilotes son una solución efectiva en la ingeniería geotécnica, especialmente cuando se enfrentan a condiciones de suelo complicadas o estructuras delicadas.
Estos elementos de cimentación profunda se utilizan para transmitir cargas a capas de suelo más resistentes cuando los métodos tradicionales no son viables. Su instalación es menos invasiva que otros métodos, lo que los hace ideales para proyectos urbanos o con espacio limitado. Se caracterizan por su pequeño diámetro, generalmente de entre 8 y 20 centímetros, y pueden ser instalados en suelos de diversas características, como rocas duras o suelos blandos.
Además, son muy efectivos en la estabilización de estructuras existentes que se encuentran en riesgo, como edificios antiguos o puentes. Gracias a su alta capacidad de carga y versatilidad, los micropilotes se han consolidado como una técnica confiable para garantizar la seguridad y estabilidad de grandes obras civiles.